(www.blogsandocs.com, 31 de mayo de 2013)

"Agujas en el pajar"

Actualmente en la producción de cine español alternativo, independiente, de autor,
en los márgenes, en la periferia
, llámenle ustedes como quieran, encuentro mucha confusión.
Hay todo un desconcierto en la terminología y la ubicación de este “tipo de” cine porque
hay un auge en la producción a bajo coste de largometrajes en los últimos dos años que
genera nuevos títulos de manera muy continua. Hay en paralelo un florecimiento de la
atención mediática frente a este aumento de la creación, una atención que hasta hace
bien poco tiempo era minoritaria o muy escasa, algo de lo que debemos alegrarnos
siempre y cuando no sea una moda pasajera.

En este proceso, pero, hay mucha confusión en la clasificación de películas, pues se
aúnan proyectos que tienen voluntades muy distintas, como en parte apuntó Pablo Cayuela
en el número anterior de esta publicación. Dentro de listas precipitadas de títulos y
programaciones batiburrillo de autores, se mezclan proyectos verdaderamente “off”
(independientes, alternativos, periféricos… etc.) con realizaciones que sólo se acercan
tímidamente al amplio mundo situado fuera del circuito convencional, quizás sólo porque
las circunstancias les empujan a ello y ven en ese mal definido marco una opción de sacar
la cabeza. Por contra, lasverdaderamentetienen un innato espíritu de búsqueda, de
tergiversación de los modos cinematográficos convencionales, de experimentación formal,
de cuestionamiento del cine y de todo aquello que nos rodea. De un modo radical. Casualmente
(pero no es condición sine qua non) todas estas películas están producidas de manera o
muy independiente (sin televisiones, sin escuelas ni universidades, ni grandes productoras
ni grandes apoyos oficiales detrás) o completamente independiente, autoproducidas y
distribuidas por los propios realizadores al cien por cien. Estas características (experimentación,
radicalidad y producción libre) las sitúan por lógica fuera de la distribución clásica y frente
a un público también buscador, cazador de audiovisuales distintos, el cual ahora puede
verse perdido y desbordado ante tal abundancia de títulos y etiquetas ambiguas.

Por lo que respecta exclusivamente a la no ficción de voluntad transgresora, también
hay un auge de número de títulos importante. Lo más destacable es el paso adelante
que se ha dado con los largometrajes. El periodo 2000-2010 fue fecundo en creación,
proyectos como D-Generación o X-Films (1) fueron los primeros en definirlo y mostrarlo.
Pero esas películas eran casi todas cortos o mediometrajes. Entre 2010 y 2012 aparecen
un buen número de películas documentales largometrajes, en gran medida fruto de esa
década embrionaria bien aunada y programada. Encontré ya este 2013 dos largometrajes
documentales producidos en España de estas características que me parecen sobresalientes.
Dentro de este pajar de filmes hallé no una sino dos agujas. Ambas son dos películas bien
distintas pero tienen rasgos en común: realizadores de la misma generación (principios de los 80)
que plantean ensayos políticos pensando en la complicada situación actual del país en el que
vivimos. Ambas películas, Árboles del colectivo Los Hijos, en proceso de distribución, y
VidaExtra de Ramiro Ledo, sección Panorama en BAFICI 2013, son totalmente autoproducidas.

***

Ramiro Ledo plantea en VidaExtra (96’) también un ensayo político y de nuevo abierto, como
la película citada en los párrafos anteriores. El realizador, fundador del Cineclube de Compostela
y escritor cinematográfico, quien entre otras publicaciones fue colaborador de esta revista en
sus años iniciales, en su segundo largometraje renunciará prácticamente a la imagen para dar paso
a la palabra. Ante protestas como el 15M y muchas otras que en estos últimos tiempos se han
dado en España, Ledo propone dos tipos de reflexión. Una verbal, la película será en gran parte
la asamblea de una asamblea. La otra visual. Las manifestaciones, sentadas, protestas, están
sobresaturadas de imágenes, rodeadas de cámaras, móviles, periodistas, policías, curiosos,
todos registrando los acontecimientos impulsivamente. Ante tal overbooking Ledo renuncia
a filmar o remontar. VidaExtratiene pocas imágenes, y muchas de ellas difusas y a oscuras.
Las suficientes como para crear un clima calmo, distante, que propicie el debate, alejándose
de la ruidosa inmediatez irreflexiva del acontecimiento.

En la parte inicial del film el realizador nos sitúa, en silencio, geográfica e históricamente.
Barcelona. Plaça Catalunya, el centro neurálgico de la ciudad hoy en día vendido al turismo.
La plaça de El Corte Inglés, del FNAC, de las sedes bancarias, de las celebraciones del Barça.
Ledo, a través de la oscuridad, y de otros elementos como un texto de Peter Weiss, nos resitúa
en el tiempo. En otra Plaça Catalunya, la del 36, hoy en día borrada por la “marca Barcelona”. La
plaça tomada con pistolas por la libertad, defendida a muerte por los obreros anarquistas, emblema
de la resistencia antifascista. Una vez ubicados, volvemos al presente. Nos encontramos dentro
de un banco ocupado el día antes de la huelga general del 29 de septiembre del 2010. Escuchamos
las palabras de la “asamblea bancaria” que resuenan en la oscuridad de la plaza, retumban en
ellas otras palabras de otras discusiones políticas del pasado.

Esta introducción dará paso al debate, a otra asamblea, casera, entre compañeros. En esta
ocasión, Ledo atrinchera el trípode en el comedor y no moverá el plano durante cerca de
una hora. El principal motivo de la realización de VidaExtra es esta reunión, donde cinco
personas, con una de ellas de espaldas en el centro del cuadro y las otras en sombras,
debatirán con calma pero intensidad, lo sucedido en ese día, los siguientes, reflexionarán
sobre sus percepciones vitales y su precariedad como jóvenes trabajadores en esta ciudad.
Foráneos que se la han hecho suya, como muchos de los que la defendieron en los años
treinta. Hablan de Barcelona como si fuese un ente vivo, les sorprende su identidad y reacciones,
la aprenden y la aprehenden. En esta charla van surgiendo diversidad de temas relacionados con
los ciudadanos de este país, su vínculo con la situación económica y política actual. Las contradicciones,
incomprensiones, sueños rotos que les ha generado participar en esta huelga y otras protestas,
sobre la compleja relación entre la clase trabajadora, o sea, ellos mismos, y la sociedad de consumo.
Sobre la precariedad e inexistencia del trabajo, sobre el negro presente y futuro. Outsiders en
el centro de la ciudad debatiendo qué hago yo aquí y ahora. ¿Qué debo hacer? Generaciones ya
no tan jóvenes intentando pensar y dilucidar qué estamos haciendo en este país.

VidaExtra es un debate abierto, hilos argumentales que siguen vivos una vez llegados al final
del metraje. Para crear este ambiente, se desprende de todos los elementos entorpecedores,
las imágenes – emoción, o las imágenes – ilustración del suceso, quedan descartadas para
poder plantear un debate hondo. Sólo algunas imágenes caóticas del día de la huelga interrumpirán
muy brevemente la charla, como fugaces estallidos en la memoria. En la oscuridad de la
“asamblea comedor”, pero, nos damos cuenta poco a poco de algun cambio, leves pero
muy significativas variaciones, como la dirección de las imágenes que van y vienen con el
deambular de las palabras, o como al final de la cavilación colectiva, cuando ya anochece,
se ilumina la sala y aparece el Sol.

M. Martí Freixas

artículo publicado en www.blogsandocs.com